Jeff Erickson | Estratega de Contenido Técnico | 16 de marzo de 2023
La migración a la nube abarca el traslado de datos, aplicaciones, capacidad informática y otros activos digitales de un centro de datos local de una organización a un centro de datos gestionado por un proveedor de nube. Al igual que cualquier migración, la iniciativa parte de un afán de mejora. Una organización que migra a la nube busca reducir sus costes informáticos, ampliar sus funcionalidades, acceder a nuevas innovaciones tecnológicas regularmente y lograr una escalabilidad casi ilimitada. La migración a la nube pretende poner fin al desperdicio que supone contratar personal técnico experto para realizar tareas repetitivas con el fin de mantener en funcionamiento el hardware, las bases de datos y las aplicaciones. Sin embargo, aunque sus ventajas son muchas, si está mal planificado, el proceso de migración puede resultar arduo e incluso arriesgado. Esta información te ayudará a entender lo que te juegas en la planificación de la migración a la nube y a prepararla lo mejor posible para acelerar tu camino hacia una nueva situación más ventajosa para tu organización.
La migración a la nube alude al proceso de traslado de aplicaciones y sus tecnologías de soporte desde el centro de datos local de una organización hasta el centro de datos de un proveedor de nube. Esto puede significar migrar una aplicación local junto con las bases de datos y plataformas de desarrollo en las que se apoya a la infraestructura de servidores, almacenamiento y redes del proveedor de servicios en la nube. También puede conllevar pasar a una solución en la nube, como una aplicación de ERP, CRM o gestión del capital humano (HCM), que se proporciona como software como servicio, y dejar atrás la versión antigua.
En todos estos modelos, la migración a la nube traslada las cargas de trabajo de los centros de datos propios de una organización al centro de datos de un proveedor de servicios en la nube, donde tareas como las copias de seguridad, la aplicación de parches de seguridad y la actualización de las funciones suelen formar parte del servicio ofrecido. El uso de servicios en la nube suele ser menos costoso en comparación con la ejecución de un centro de datos, ya que solo se paga por lo que se usa. A medida que las migraciones se han vuelto más comunes, las empresas han descubierto otra ventaja: la migración libera a los empleados cualificados de las tareas rutinarias necesarias para mantener el centro de datos en funcionamiento y les permite centrarse en respaldar nuevas oportunidades de negocio.
Se emplea el término "migración" porque desplazar estas cargas de trabajo puede ser una tarea considerable que requiere una planificación detallada y una ejecución hábil. Esta planificación es esencial para garantizar que no se produzcan interrupciones en las operaciones mientras la organización pasa a sistemas basados en la nube.
Conclusiones clave
La migración a la nube consiste en tomar las bases de datos, aplicaciones y otras cargas de trabajo informáticas existentes de una infraestructura local y trasladarlas a un proveedor de informática en la nube. Esto puede significar desplazar cientos o incluso miles de bases de datos; aplicaciones para funciones críticas como finanzas, facturación, recursos humanos, cadena de suministro o fabricación; o entornos de desarrollo utilizados por equipos que crean y prueban nuevas aplicaciones.
En los primeros días de la nube, las migraciones no eran tan comunes como ahora. Durante más de una década, la ejecución de operaciones de TI en la nube pública era una estrategia que se empleaba principalmente para nuevas aplicaciones o activos digitales. Con un entorno en la nube, una startup tiene la posibilidad de llevar una idea al mercado rápidamente sin tener que instalar y mantener servidores ni comprar licencias de software. Puede simplemente pagar por la infraestructura en la nube que usa y empezar a trabajar inmediatamente. Sin embargo, dado que la nube pública implica compartir recursos informáticos con otras empresas, en un primer momento, a las empresas más establecidas y los gobiernos les preocupaban la privacidad y seguridad de sus datos, así como la presencia de otros clientes que podrían reducir el rendimiento de las aplicaciones acaparando los ciclos de CPU. Como resultado, las empresas con una trayectoria más dilatada y los gobiernos que contaban con sus propios centros de datos, especialmente para ejecutar aplicaciones esenciales, tendían a rehuir las ofertas de nube pública.
Con el tiempo, el panorama ha cambiado drásticamente, y las migraciones a la nube se han vuelto habituales. Los proveedores de servicios en la nube han actualizado sus sistemas y modelos de entrega, y ofrecen opciones de infraestructura que se adaptan incluso a los clientes con los requisitos más estrictos en materia de privacidad, seguridad, rendimiento y fiabilidad. Ahora, organizaciones de sectores como las finanzas globales, la atención sanitaria, la infraestructura de comunicaciones y la administración pública ven la nube como un medio para disfrutar de las últimas innovaciones gracias al uso de servicios en la nube que sus propios centros de datos y versiones de software no pueden ofrecerles. Para las empresas, los costes de la nube suelen ser inferiores a los que acarrea la ejecución de una infraestructura propia. La pregunta es entonces cómo desplazar los datos y aplicaciones de centros de datos propios a los centros de datos de un proveedor de nube, potentes, tolerantes a fallos y siempre actualizados.
La migración a la nube es el proceso de transferencia de datos, servicios y aplicaciones al centro de datos de un proveedor de servicios en la nube. Normalmente, requiere un plan detallado para realizar copias de seguridad de los datos, comprender las conexiones de red y garantizar la seguridad de los datos durante el proceso de migración. También implica trabajar con el proveedor de nube para entender qué cambios se deben realizar en las aplicaciones para que estas funcionen en el nuevo entorno. La migración requiere definir una arquitectura que se ajuste a la infraestructura del proveedor de servicios en la nube, incluidos sus métodos para garantizar la privacidad y seguridad de los datos y aquellos de autenticación para proteger frente a los ciberataques.
Para asegurar el éxito de su migración a la nube, las organizaciones suelen pedir a arquitectos y técnicos de nube con amplia experiencia y un gran conocimiento de la plataforma del proveedor de servicios en la nube que velen por la realización de copias de seguridad regulares, la portabilidad de los datos y la compatibilidad de las aplicaciones entre la nube y el centro de datos local que va a dejar atrás la organización. Estos especialistas también pueden explicar cómo el hardware y el software basados en la nube acelerarán el procesamiento de datos. Si se realiza correctamente y consultando a expertos del sector en caso necesario, la migración de datos y aplicaciones a la nube se puede llevar a cabo con unas perturbaciones mínimas.
Según IDC, OCI puede brindar un rendimiento de inversión (ROI) del 474 % a cinco años y una reducción del 53 % del coste total de propiedad (TCO).
Una de las razones clave por las que migrar a la nube es cada vez más común es que las ofertas de informática en la nube se han vuelto más diversas y sofisticadas. Los principales proveedores de nube (a veces denominados proveedores de hiperescala) ofrecen ahora una amplia gama de opciones que va mucho más allá de los servicios de nube pública e incluye los cuatro modelos de despliegue siguientes:
Existen distintas formas de abordar la migración a la nube en función de los objetivos que una organización desee alcanzar. Se puede desde migrar a una aplicación empresarial alojada en la nube, como una aplicación de ERP o CRM, hasta arrendar una infraestructura informática básica y migrar una aplicación actual o un entorno de desarrollo y prueba a ella. Estos son los tres modelos principales.
La migración a la nube es un término único que abarca una amplia gama de estrategias de tecnología empresarial. A continuación, te ofrecemos una lista de seis opciones de migración a la nube y las razones por las que cada una podría interesarte.
1. El realojamiento a veces se denomina "lift and turn". En este proceso, se migra una aplicación al centro de datos de un proveedor de nube con el menor número de modificaciones posible. La aplicación sigue ofreciendo las mismas funcionalidades a tus empleados o clientes, que, idealmente, ni notarán que se ha migrado. La diferencia es que, en lugar de alojarse en un centro de datos local, ahora se encuentra en un centro de datos en la nube, por lo que se ejecuta con la última tecnología de hardware, de cuyo mantenimiento se encarga el proveedor, no tu personal de TI.
2. La renovación de la plataforma también toma una aplicación local y la traslada a la infraestructura de un proveedor de nube. Sin embargo, en el proceso de renovación de la plataforma, la aplicación se actualiza para aprovechar las nuevas tecnologías o servicios que brinda el proveedor. Por ejemplo, al migrar una aplicación de HCM desde tu propia infraestructura de centro de datos a la nube, puedes reemplazar un entorno de gestión de datos antiguo y laborioso por una base de datos autónoma que realiza actualizaciones automáticas y ofrece modelos de machine learning integrados.
3. La readquisición sustituye una aplicación que se ejecuta en tu centro de datos local por una aplicación de SaaS basada en la nube y creada por el proveedor a la que los empleados acceden mediante un explorador. Por ejemplo, puedes pasar de una aplicación de ERP local con licencia a un servicio empresarial de ERP en la nube que pagas por suscripción y se actualiza automáticamente varias veces al año con nuevas funciones. Si bien esto parece sencillo, lleva tiempo y planificación hacer corresponder la funcionalidad de la nueva aplicación con los procesos que aplicas en tu actividad empresarial. Puede que sea necesario un cambio organizativo para que tu equipo adopte las mejores prácticas del sector integradas a las aplicaciones en la nube. Los proveedores de nube ofrecen herramientas que te ayudarán a llevar a cabo la conversión.
4. La refactorización es el proceso de trasladar una aplicación a la nube con la intención de modernizar su arquitectura para aprovechar funciones nativas en la nube. Por ejemplo, tal vez una aplicación monolítica creada a lo largo del tiempo por tu organización siga sirviendo para el propósito para el que se creó, pero quizás sea demasiado difícil agregarle nuevas funciones con el fin de satisfacer las cambiantes necesidades de tus clientes o perseguir nuevas oportunidades. Al refactorizar la aplicación, puedes introducir una arquitectura de microservicios que facilitará mucho el desarrollo, las pruebas y el lanzamiento de nuevas funciones. Asimismo, puedes agilizar la ejecución de análisis incorporándolos a tu base de datos para evitar tener que desplazar datos en tu entorno y lograr extraer más valor de estos últimos.
5. La retención significa que has analizado detenidamente lo que se requiere para trasladar una aplicación a la nube y has determinado que, por ahora, una migración no tiene sentido. Puede haber muchas razones para ello. Tal vez tu aplicación tenga requisitos de baja latencia más fáciles de satisfacer con un modelo local, o bien debas seguir normativas de residencia de datos que no te permiten cambiar al centro de datos de un proveedor de servicios en la nube. O tal vez, tras analizarlo, te des cuenta de que el coste y el esfuerzo de la migración superan a los beneficios, al menos por ahora. Sea cual sea tu razón para decidir no migrar a la nube, aun así es conveniente volver a examinar la idea de vez en cuando. Los proveedores de servicios en la nube siguen abriendo centros de datos en regiones de todo el mundo, agregando nuevos modelos que fortalecen el control de datos y mejorando la eficiencia del proceso de migración.
6. La retirada tiene lugar cuando, al estudiar detenidamente una aplicación local, te das cuenta de que su funcionalidad apenas se utiliza o ya no se necesita. Decir adiós a estas aplicaciones puede suponer una gran ventaja para el proceso de migración a la nube porque eliminas redundancias o procesos obsoletos que te cuestan dinero, pero ya no generan valor. La retirada de una aplicación requiere tiempo y planificación, ya que pueden existir dependencias con respecto a otras aplicaciones que deberás solucionar antes de la retirada.
La razón por la que la migración a la nube es una estrategia empresarial cada vez más popular es que las aplicaciones, las plataformas y la infraestructura basadas en la nube pueden ofrecer más ventajas a un coste menor. Estas son algunas de las ventajas de migrar a la nube.
A pesar de que la lista de posibles beneficios es larga, podría ser mejor no someter algunas aplicaciones a los rigores o riesgos de una migración a la nube. O, al menos, trasladarlas entrañará investigación y planificación adicionales. Por ejemplo, puede resultar más difícil o arriesgado migrar aplicaciones clave para el negocio, aplicaciones de alto rendimiento que requieren baja latencia o aplicaciones con requisitos estrictos de residencia de datos. Sin embargo, los riesgos de la migración a la nube son bastante bien conocidos y no tienen por qué suponer un problema para la mayoría de las cargas de trabajo. Examinemos con más atención los desafíos de la migración a la nube.
Las empresas migran a la nube por diferentes razones y a diferentes escalas, desde pequeñas plataformas de pruebas hasta migraciones de gran envergadura. Sin embargo, el proceso básico implica los mismos pasos, que incluyen identificar qué mejoraría con la migración a la nube, realizar un inventario de los datos y la infraestructura de soporte y considerar si se pueden replicar, o incluso si sería posible volver a diseñar la arquitectura con ayuda de servicios en la nube. El objetivo de tu programa de migración es conseguir la agilidad y el ahorro de costes que ofrece la nube, garantizando la seguridad de los datos y los procesos de aplicación, tanto durante como después de la transición.
A continuación, te detallamos los seis pasos que debe incluir tu proceso de traslado a la nube usando un ejemplo de migración a una aplicación de SaaS.
1. Valoración
Utiliza herramientas de gestión y supervisión de software que te ayuden a obtener una imagen clara de tu infraestructura de datos y aplicaciones y tus dependencias y políticas. Tendrás que replicarlas o rediseñarlas en la nube.
2. Diseño
Establece qué servicios en la nube admitirán o replicarán la funcionalidad y define el proceso que seguirás para migrar a ellos de forma segura.
3. Creación
Emplea recursos y servicios en la nube para crear la nueva arquitectura de infraestructura y aplicación, incluidas las rutas que utilizarás para migrar tus datos de forma segura.
4. Integración
Replica los datos en la nueva aplicación y asegúrate de que se integran con todas las fuentes de datos y procesos de análisis existentes.
5. Validación
Ejecuta y prueba la nueva aplicación para confirmar que funciona como deseas.
6. Puesta en marcha
Ha llegado el día que tanto esperabas. Pon la nueva aplicación en producción e invita a algunos usuarios a probarla. Por último, da acceso a todos los usuarios a la nueva aplicación basada en la nube.
La migración a la nube puede ser una empresa compleja, pero cada vez disponemos de más herramientas para hacerla más llevadera. A menudo, los proveedores de servicios en la nube, como Amazon, Google, Microsoft y Oracle, proporcionan estas herramientas. También existen herramientas de migración de proveedores externos, como AppDynamics, Carbonite y CloudScape, que se especializan en los procesos de detección, redes y generación de informes implicados. Cada herramienta se ha diseñado para ayudar con una parte del proceso de migración de datos, aplicaciones o infraestructura desde ubicaciones locales a la nube con la mínima perturbación de las operaciones de negocio o el menor tiempo posible de inactividad de las aplicaciones. Estas son algunas de las herramientas que abordan los desafíos comúnmente planteados por las migraciones.
Tanto si estás migrando una base de datos como pasando a una aplicación de SaaS o adoptando servicios de almacenamiento y recursos informáticos basados en la nube, estos pasos y mejores prácticas pueden orientarte.
1. Define claramente el ámbito de tu proyecto
Por ejemplo, identifica exactamente qué aplicaciones o bases de datos vas a migrar y por qué.
2. Detecta las dependencias e integraciones
Algunas herramientas de migración a la nube pueden ayudarte a detectar fuentes de datos, procesos de seguridad y dependencias. Tan solo después una vez que dispongas de esta información podrás volver a recrearlos en la nube.
3. Descubre formas de agregar valor
Revisa minuciosamente los servicios en la nube a tu alcance y busca oportunidades para tomar medidas de ahorro de costes, como automatizar las operaciones de bases de datos o simplificar los procesos de análisis.
4. Reproduce tus procesos de negocio en la nueva aplicación
Antes de migrar, identifica los procesos de negocio que emplean la tecnología que planeas migrar. A continuación, intenta determinar si la nube de destino te obligará a cambiar tus procesos de trabajo y de qué manera. Por ejemplo, si vas a pasar a una aplicación de SaaS, podrías adoptar procesos de trabajo basados en mejores prácticas distintos de los que utilizabas con la aplicación antigua.
5. Realiza una copia de seguridad de todo
¿Qué más hace falta decir?
6. Céntrate en la seguridad de los datos durante y después de la migración
Verifica de qué manera tu proveedor de servicios en la nube aborda la seguridad y prepárate para aprovechar sus conocimientos y funcionalidades. Confirma qué configuraciones y actualizaciones de seguridad son tu responsabilidad y qué gestiona el proveedor de nube.
La tendencia más reciente y significativa por parte de las organizaciones ha sido elegir trasladar cargas de trabajo cada vez más exigentes a la nube y buscar migraciones multicloud y de nube híbrida más complejas y sofisticadas para adaptarse a dichas cargas de trabajo. Es de esperar que algunos proveedores de servicios en la nube luchen contra la tendencia multicloud imponiendo altos cargos de salida de datos y otros obstáculos, mientras que otros la aceptarán, colaborando con otros proveedores para simplificar y reducir las barreras de los despliegues multicloud.
Otra tendencia es el creciente interés por los servicios de plataforma, como las plataformas de desarrollo nativas en la nube, que permiten a las empresas crear su propio software disfrutando al mismo tiempo de las ventajas de la economía en la nube de última generación y pago por consumo.
Por último, una tendencia pujante que no hay que perder de vista es el crecimiento de los despliegues de nube en centros de datos propios del cliente. Estas nubes dedicadas residen en el centro de datos del cliente, pero utilizan hardware y software pertenecientes al proveedor de nube, que es quien los gestiona. El cliente paga solo por los servicios en la nube que utiliza, como si estuviera utilizando recursos del centro de datos del proveedor de servicios en la nube.
Al igual que sucede con la mayoría de las tendencias tecnológicas, es previsible que la migración a la nube se vuelva más sofisticada a medida que los proveedores de servicios en la nube vayan creando ofertas aún más atractivas y continúen simplificando los procesos de migración.
La migración a la nube ya no es una estrategia de vanguardia: muchas organizaciones, tanto de muy gran tamaño como pequeñas, se han pasado a la nube con éxito. Una planificación y una gestión eficaz son necesarias, pero los riesgos son ampliamente conocidos y el proceso para que la migración tenga éxito está bien definido. Las empresas que no han dado todavía este paso deberían considerar la posibilidad de trasladar una pequeña parte de sus operaciones para empezar, pero las mayores ganancias vendrán de trasladar las principales operaciones a la nube para que puedan cerrar sus centros de datos por completo. La migración a la nube promete ofrecer menores costes, recursos de TI de autoservicio, posibilidades de ampliación flexibles, automatización e innovación constante. Y aunque el proceso puede resultar complejo, las herramientas de automatización y los recursos de los proveedores de servicios en la nube lo hacen más sencillo y seguro. Estos factores se combinan para convertir la migración a la nube en una oportunidad importante para las organizaciones de TI.
A la hora de migrar tu organización a la nube, Oracle Cloud te brinda un sólido conjunto de aplicaciones, infraestructuras y servicios de plataforma en la nube. Oracle Cloud Infrastructure se ha diseñado y creado desde el primer momento para gestionar las cargas de trabajo más exigentes y facilitar el traslado de datos y bases de datos a la nube. Tanto si tu organización desea adoptar un conjunto de aplicaciones empresariales basadas en la nube o migrar sus aplicaciones existentes a una nube pública o una infraestructura multicloud como ejecutar cargas de trabajo en la nube en su propio centro de datos, Oracle Cloud dispone de servicios para satisfacer tus necesidades.
¿Cuáles son los tipos de migración a la nube?
Los tipos de migración a la nube incluyen el realojamiento, a veces llamado "lift and shift"; la readquisición, que sustituye una aplicación que se ejecuta en tu centro de datos local por una basada en la nube a la que se accede a través de un explorador; y la refactorización, que es el proceso de trasladar una aplicación a la nube con la intención de modernizar su arquitectura para disfrutar de funciones nativas en la nube.
¿Cuáles son las cuatro fases principales de una migración a la nube?
Una migración a la nube implica muchos pasos, pero los cuatro principales son: (1) la valoración, durante la cual se analiza en profundidad la carga de trabajo que se va a migrar; (2) la creación, durante la que se refleja la funcionalidad existente en el centro de datos en la nube; (3) la validación, donde se prueba que todas las piezas funcionen según lo planificado; y (4) la puesta en marcha, en la que los nuevos servicios basados en la nube se ponen a disposición de los usuarios.
¿Por qué migrar a la nube?
Las organizaciones migran sus cargas de trabajo de TI a la nube para obtener beneficios como menores costes, mayor agilidad, escalabilidad flexible, mayor automatización, aprovisionamiento de autoservicio e innovación constante.
¿Cuáles son los principales desafíos de la migración a la nube?
Un desafío clave es la alta complejidad que supone trasladar cargas de trabajo de un centro de datos local a un centro de datos de un proveedor de servicios en la nube, en particular conocer todas las dependencias y abordar los problemas de seguridad de los datos. Los problemas de latencia de red para las operaciones de alto rendimiento y las inquietudes en cuanto a la residencia de datos pueden plantear obstáculos adicionales.
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