Se crea un personal distribuido cuando los empleados de una organización no están obligados a acudir a un espacio de oficina física. Los empleados pueden trabajar desde casa —o en cualquier lugar desde una oficina remota—, pero necesitan la tecnología para poder desempeñar su labor con éxito desde cualquier lugar. A medida que más empresas reconocen que este tipo de entorno laboral puede resultar beneficioso para ambas partes, su aplicación se generaliza como práctica óptima para el lugar de trabajo. Muchos empleados prefieren este modelo porque proporciona flexibilidad en cuanto a cuándo y dónde quieren trabajar.
Aunque la pandemia de la COVID-19 ha puesto en el mapa los modelos de personal distribuido a escala global, el concepto de plantilla remota lleva creciendo desde hace bastante tiempo. Incluso antes de la pandemia, las necesidades de las plantillas ya estaban cambiando. Los empleados desean más opciones en materia de flexibilidad y equilibrio entre vida laboral y personal. Y los empleadores deben adaptarse o corren el riesgo de perder talento en beneficio de organizaciones más innovadoras.
De hecho, muchas empresas ya han adoptado un modelo de personal distribuido. Este modelo es especialmente útil para organizaciones grandes y con presencia global con múltiples oficinas que emplean a miles de personas. En lugar de ajustarse a la estructura organizativa tradicional, estas empresas han logrado importantes ahorros en espacio de oficina y otros gastos relacionados. También ofrece otras ventajas, como una mejora de la retención y la satisfacción de los empleados, la capacidad de atraer un pool de talento más diverso y el fortalecimiento del enfoque centrado en el empleado y su productividad.
El trabajo remoto alude al trabajador individual, mientras que el modelo trabajo distribuido afecta a la organización en su conjunto. El trabajo a distancia es un nuevo concepto que ha ido ganando popularidad en la última década. Implica trabajar desde casa o en cualquier otro lugar que los empleados deseen sujetos a las condiciones que fija la oficina central. Sin embargo, existen algunas diferencias entre el trabajo remoto y el distribuido, de modo que, en función de la situación de cada organización, resultará más adecuada una fórmula o la otra.
Para ser aptos como trabajadores remotos, los empleados deben realizar su trabajo de conformidad con las condiciones que establezca su sede principal. El trabajo distribuido no está vinculado a una oficina central, lo que significa que la ubicación no debe ser un factor de desempeño o participación en el trabajo.
Son múltiples las razones que animan a adoptar una política de personal distribuido: muchos trabajadores son favorables a disponer de más flexibilidad en cuanto al tiempo dedicado al trabajo, otros trabajadores sencillamente disfrutan de viajar o, en ocasiones, buscan solo un cambio. Independientemente de la razón, es preciso considerar una serie de ventajas antes realizar el cambio.
El trabajo distribuido se produce cuando las empresas tienen uno o más empleados trabajando en distintas ubicaciones. No solo tiene que ver con el hecho de que sus empleados estén geográficamente dispersos, sino también que estos se ubiquen en múltiples franjas horarias y pertenezcan a diversas culturas y etnias. Estos factores resultan ventajosos para aquellas empresas que traten de operar con presencia local.
El auge del modelo de personal distribuido lleva tiempo siendo una de las principales tendencias en el ámbito empresarial y los diversos sectores son conscientes de las ventajas que reporta su adopción. Por lo tanto, resulta crucial saber cómo gestionar con éxito un personal distribuido. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para comenzar:
Los equipos distribuidos ofrecen múltiples ventajas. Un equipo distribuido puede adaptarse mejor a potenciales cambios en las condiciones de negocio que uno centralizado. Si dispones de las herramientas adecuadas, los equipos distribuidos pueden ser más flexibles y ágiles y tener una mayor capacidad de respuesta al cambio.
También ofrece las siguientes ventajas:
La forma en que trabajamos y vivimos ha cambiado radicalmente. Ahora podemos comunicarnos desde cualquier lugar del mundo en cualquier momento. Desde nuestros smartphones, tabletas, portátiles y escritorios, los trabajadores distribuidos pueden mantenerse en contacto.
Sin embargo, esto no significa que el trabajo distribuido sea sencillo. El trabajo distribuido lleva aparejados determinados desafíos. Estos son algunos de ellos:
Un modelo de personal distribuido puede describirse como la combinación de dos modelos distintos: uno centralizado y otro descentralizado. El primero, el centralizado, describe la forma en que la empresa gestiona a sus empleados. El segundo, el descentralizado, alude a la forma en la que los empleados se gestionan a ellos mismos.
Es posibles que te convenga considerar la posibilidad de adoptar un modelo de personal distribuido si se dan los siguientes factores en tu organización:
Si identificas estos factores en tu negocio, es posible que te venga bien adoptar un modelo de personal distribuido. Cuando los empleadores proporcionan herramientas más allá de las actividades tradicionales, los equipos de RR. HH. pueden ser más estratégicos a la hora de tomar decisiones. Crea experiencias personalizadas para proporcionar a tus trabajadores una razón de peso para quedarse en tu organización. Si gestionas de forma eficaz a tus empleados y les brindas una experiencia de primer nivel, podrás superar los obstáculos y crear con éxito una fuerza de trabajo distribuida.
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